lunes, 1 de julio de 2013

No quedó nada

La salvaje al fin regresaba a su aldea natal, apartando las últimas ramas de la colina, hasta llegar al claro en el que se asentaban las chozas. Pero no quedaba nada, todo había sido reducido a cenizas y era imposible conocer al verdugo a esas alturas. Puede que hubiera sucedido ayer, o puede que hubiera sucedido hacía cinco años. Abandonó su tierra hace tanto tiempo a cambio la civilización, que el pasado había quedado en el olvido sin que ella se diera cuenta. Y mientras reflexionaba al borde del llanto, una fuerte brisa levantó el polvo de sus orígenes ante la impotencia de quien no puede volver atrás y frenar la deforestación de sus memorias.


Ilustración realizada por Neomort (Raúl G.G.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario