Vivimos en un mundo donde los hombres no pueden llorar y las
mujeres no pueden tocarse.
Vivimos en un mundo donde las mujeres deben llorar y los
hombres deben tocarse.
Vivimos en un mundo donde un "te quiero" ha
perdido tanto su valor que ha pasado a escribirse con dos letras.
Vivimos en un mundo donde a la gente le importa el género
con quien se acuestan personas que ni siquiera conocen.
Vivimos en un mundo donde cerramos las fronteras a personas
que huyen por su vida y dejamos a nuestros hijos todas las puertas abiertas
para navegar por Internet.
Vivimos en un mundo donde se censura más el sexo que la
violencia.
Vivimos en un mundo donde se incluyen anuncios contra el
machismo en los intermedios de Telecinco.
Vivimos en un mundo donde los polvos se cuentan como trofeos
y los amores pasados como fracasos.
Vivimos en un mundo donde hemos pasado de felicitar
cumpleaños con nuestra voz a spamear
emojis de confeti, globos y tartas.
Vivimos en un mundo donde personas como tú y como yo imponen
cánones de belleza inalcanzables.
Vivimos en un mundo donde mujeres y hombres son motivo de
burla por su vello por personas a las que les duele quitárselo.
Vivimos en un mundo donde personas a dieta se burlan de la
obesidad.
Vivimos en un mundo donde exigen poner foto en nuestro
currículum para optar a un puesto en el que desarrollar nuestras competencias.
Vivimos en un mundo donde no puedes subir una foto de un
policía a la red pero sí de las tetas de una chica ebria en San Fermín.
Vivimos en un mundo donde se agravan los castigos por
piratería a la vez que se encarece la cultura.
Vivimos en un mundo donde pedimos democracia pero rogamos
que se arreglen entre ellos para no ir a votar una tercera vez.
Vivimos en un mundo donde los que critican que los jóvenes
estén en la calle cazando Pokémon en lugar de trabajar votan al partido que les
ha dejado sin trabajo.
Vivimos en un mundo donde es más común piropear con grosería
por la calle que tener una charla agradable en un banco con un desconocido.
Vivimos en un mundo donde lloramos que un grupo musical se
disuelva pero nos planteamos si ir al concierto de nuestro amigo porque cobra
la entrada mínima.
Vivimos en un mundo donde todavía se dice "el que la
sigue la consigue" y nos preguntamos de dónde sale el acoso.
Vivimos en un mundo donde las víctimas por violencia de
género "mueren" y se afirma que una religión en su totalidad
"asesina".
Vivimos en un mundo donde todos creemos en la libertad de
expresión. Pero sinceramente, no nos
vendría mal estar quietecitos de una puta vez.
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